octubre 19, 2020 - Notas 360° | Principal
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, presentó el reporte de pobreza monetaria para el año 2019. Luego de un cambio metodológico en la medición, el porcentaje de personas en pobreza y pobreza extrema a nivel nacional fue 35,7% y 9,6% respectivamente.
Estos resultados revelan un incremento de un punto porcentual frente a los resultados de 2018. En 2018 se registraron 16,8 millones de personas en pobreza monetaria frente a los 17,4 millones de 2019. En el caso de la pobreza extrema, 729,000 personas ingresaron a esta situación de vulnerabilidad, pasando de 3,9 millones de personas en 2018 a 4,6 millones en 2019.
De acuerdo con el boletín técnico presentado por el DANE, en las cabeceras municipales la proporción de habitantes que viven en pobreza fue 32,3% y en los centros poblados y rural disperso 47,5%. Frente a la pobreza extrema, en las cabeceras esta proporción fue del 6,8% en los centros poblados y rural disperso del 19,3%. Lo anterior, evidencia una vez más la brecha social entre la zona urbana y rural.
Es importante mencionar que los indicadores de pobreza y pobreza extrema se construyen a partir de la medición del ingreso per cápita corriente de la unidad de gasto. En ese sentido, el DANE establece que la población cuyo ingreso per cápita de la unidad de gasto se encuentre entre $0 y $137,350 pesos, vive en condición de pobreza monetaria extrema y aquellos habitantes cuyo ingreso per cápita de la unidad de gasto se encuentra entre $0 y $327,674 pesos, vive en situación de pobreza monetaria.
En cuanto a la distribución geografica, se reportó que Quibdó, Riohacha y Cucutá son las ciudades con mayor porcentaje de población en condiciones de pobreza en 2019. Las ciudades que presentaron mayor aumento en la tasa de pobreza monetaria frente al año 2018 fueron: Sincelejo, donde hubo un incremento de 30,5% a 36,5%, Cúcuta donde la pobreza monetaria aumentó de 41,0% a 45,5% y Riohacha que pasó de 45,7 a 49,3%.
Cabe destacar, que, si bien Quibdó se presenta como la ciudad con mayor porcentaje de población en condiciones de pobreza a nivel nacional con un 60,9%, también sobresale junto a Pasto como las ciudades en Colombia con mayor reducción en este índice frente a los resultados de 2018. Las ciudades con menores índices de pobreza fueron Manizales, Cali y Medellín.
Pobreza Monetaria en Riohacha
El panorama para Riohacha es desalentador. Como se mencionó anteriormente, en 2019 la capital del departamento de La Guajira ocupó el segundo lugar como ciudad con mayor pobreza monetaria y a su vez se encuentra entre las tres ciudades donde hubo mayor aumento en este indicador frente al año 2018. Riohacha presenta una pobreza monetaria de 49,3% y una pobreza monetaria extrema de 19,5%.
Tal como se señaló en el estudio de la pobreza en Riohacha: diagnóstico, análisis y propuestas (2018) del Centro de Pensamiento Guajira 360º y el Centro de Estudios Regionales del Banco de la República, la evolución de pobreza monetaria en Riohacha no muestra grandes avances en los últimos años y por el contrario desde el año 2016 se presenta un retroceso.
Entre 2010 y 2015, se observaban algunos avances que redujeron la pobreza monetaria y extrema a 41,0% y 12,7%, respectivamente. No obstante, la crisis e inestabilidad institucional del periodo de gobierno 2016-2019 impidieron la puesta en marcha de políticas sociales y económicas para mejorar las condiciones de vida de la población y que hoy se evidencia en el aumento de 9,1 puntos porcentuales frente al resultado del año 2015.
El rezago en la calidad del sistema educativo y la dinámica poco competitiva del mercado laboral que se refleja en la alta informalidad, pueden considerarse como factores determinantes para el bajo desempeño de Riohacha en la evolución de la pobreza monetaria. Estos elementos se configuran como esenciales para el mejoramiento de los ingresos y la capacidad adquisitiva de la población.
Al igual que otras zonas de Colombia, la zona rural y los barrios periféricos de Riohacha concentran un mayor número de personas pobres. De acuerdo al estudio de Guajira 360º y el Banco de La República (2018), los barrios donde se presentan mayores índices de pobreza son: en el sur, El Dividivi, La Lucha, Urbanización la Mano de Dios y el 31 de Octubre; en el oriente: Nuevo Horizonte, Villa de Campo Alegre y Nuevo Faro; y en el occidente: Villa Fátima. Además, los corregimientos de Camarones y Tigreras son los que albergan el mayor número de personas en condición de pobreza.
Estas zonas de la ciudad coinciden con un limitado desarrollo en materia de infraestructura pública, el bajo logro educativo y a la informalidad laboral de la población. De igual forma, es imperante mencionar que un porcentaje considerable de la población que habita en esta zona son indígenas y afros.
Conclusiones
Tal como se viene estableciendo desde Guajira 360º, Riohacha requiere de una intervención integral para lograr iniciar la disminución en los indicadores de pobreza, y además cerrar la brecha que se presenta con las otras ciudades capitales del país.
Para ello, se propuso desde el estudio presentado en 2018 con el Banco de la República, inversiones en cuatro sectores: educación, empleo, vivienda y servicios públicos. El costo total de estas inversiones es de 372,7 millones de dólares, los cuales podrían obtenerse a partir de distintas fuentes como recursos propios, regalías, cooperación internacional y PGN.
Para alcanzar el objetivo propuesto será clave el fortalecimiento de la gestión pública territorial, a través de una mayor eficiencia en el gasto y en la generación de recursos propios. Recordemos que Riohacha presenta grandes rezagos en esta última dimensión que se puede evidenciar en el Índice de Desempeño Fiscal.
Es importante recordar que los impactos del Covid-19 sobre la pobreza serán severos. La facultad de economía de la Universidad de Los Andes realizó un análisis de escenarios, y concluyó que esta crisis se verá reflejada en un retroceso en la lucha contra la pobreza de 20 años.
Riohacha tendrá un desafío mayor, en ese sentido, es urgente emprender el camino de la articulación para la formulación y ejecución de políticas públicas para el cierre de brechas sociales. A su vez, sigue siendo necesario un plan concreto para la reactivación de los sectores de turismo, comercio y agricultura que generen empleos formales e ingresos para la población.